¿Cómo calmar la ansiedad de tu perro?

En el artículo anterior hemos visto causas, síntomas y consejos para calmar la ansiedad de nuestros perros. Existen algunos trucos que sirven en definitiva, les contaré como lo hice con Rex. No obstante, es necesario también saber métodos alternativos.
Flores de Bach
Las Flores de Bach son preparados extraídos de diferentes plantas (38 para ser exacta) que armonizan desequilibrios emocionales, como el miedo, la intolerancia, la desesperación, ansiedad por separación, estrés, entre otros problemas emocionales.
Según el problema del perro, será la combinación de flores, y no se mezclan más de 5 o 6 tipos de flores. Es un tratamiento alternativo natural, que aunque aún no lo he probado, es efectivo. Según me cuentan personas que han tenido este tipo de experiencias con sus peludos y recurrieron a este tratamiento alternativo.
Consulta un Etólogo
Un etólogo canino es el profesional que se encarga de estudiar el comportamiento de los perros, sus causas y la forma de modificarlo. Podríamos decir que son psicólogos de perros.
Los comportamientos normales de los perros están muy relacionados con su fisiología (cómo funcionan sus órganos y sistemas). Sin embargo, algunas conductas están provocadas por enfermedades y por estados patológicos “anormales”, como la ansiedad. Por esta razón, si vas a acudir a un Etólogo, es muy importante que te asegures que sea un profesional preparado y especializado.

Yoga para perros o Doga
Sí señores, existe el yoga orientado a nuestros perros. Este método incluye ejercicios de flexibilidad, meditación y respiración. Todo, adaptado a los perros, porque está inspirado en sus movimientos y posturas naturales. El doga puede eliminar las tensiones, mejorar la conducta y relajarlos.
También, es ideal para brindarles beneficios físicos, ya que obtienen una mayor flexibilidad en sus músculos. Además, como la práctica se realiza junto a los dueños, mejora la relación entre ambos. El doga es una oportunidad para practicar sesiones de yoga en compañía del perro.
Podríamos pasarnos largo y tendido enumerando los diferentes métodos. Aquí dejé las que me parecen las que podrían funcionar, según la condición de nuestros perros.
Hace poco, tuve un caso de ansiedad con mi buen peludo Rex.
Rex, es un perro inteligente y obediente, con un temperamento fuerte y personalidad propia. No obstante, a raíz de la pandemia, hubieron aspectos que se salieron de control.
Verán, en Filipinas, Rizal, donde vivimos, se ordenó cuarentena estricta por un período de un mes y medio, donde todos estábamos en casa 24/7. Cuando terminó, pudimos salir nuevamente, por lo que regresamos nuevamente a nuestros quehaceres, que implicaba salir de casa y dejarlos por unas horas solos (Rex y Buttito, el gato).
Al regresar, si bien es cierto no encontrábamos algo tan grave, era lo suficientemente molesto como para llamarle la atención a Rex. Un pedazo de cortina mordida, las correas de las carteras cortadas a mordiscos (y no una, sino por lo menos 4), la alfombra sin un pedazo, la manga de la casaca de mi esposo mordida. Los collares de Rex partidos por la mitad a mordiscos (unos 5, contando que cosí un par que había roto y luego lo volvió a morder). En fin, básicamente pequeñas mordidas que arruinaron varias de nuestras cosas.
Busqué consejos e información, tanto de expertos como de personas con experiencia. Primero y fundamental, conoce a tu perro, segundo e importante: Identifica qué ha cambiado en su ambiente, en su rutina. Allí puede estar la respuesta y solución del problema.
Conozco a Rex, y ya sabía que había cambiado en su rutina. Durante la cuarentena, estuvimos mes y medio encerrados, significa 24/7 todos juntos sin separarnos, ya que estaba prohibido salir de casa. Sin embargo, al terminar la cuarentena extrema, empezamos a volver a nuestros quehaceres cotidianos, que incluía salir y tener que dejarlo solo por unas horas.
De hecho, fue cuando empezaron los problemas. Entonces, opté por buscar más espacios en donde llevar a Rex de paseo y que pueda correr y botar todo el estrés del encierro.
No obstante, no siempre es posible llevarlo con nosotros. Tenía que asegurarme que Rex entendiera de alguna forma que volveríamos a casa. Acudí a varias personas entre ellas, al consejo de mi madre, que dicho sea de paso, fue la que entrenó a mi Pepita y Colita en comandos básicos. Y me dio el consejo más valioso, que hasta hoy en día resolvió el problema que tenía con Rex.
Compré una pequeña radio Panasonic que empezamos a usar en casa mientras estábamos todos. Y la empecé a dejar encendida mientras no estábamos y dejábamos a Rex y Buttito solos. Adicionalmente, sé que a Rex le gustan sus tabletas de Vitaminas y cada vez que se la muestro, toda su atención se vuelca en esa cajita blanca que suena al agitarla. Por lo que hice lo siguiente:
La radio ya está prendida horas antes de salir, en una emisora con música agradable como jazz, rock antiguo suave y hasta romántico que tenemos aquí en Filipinas. Como la prendemos vayamos a salir o no, Rex no lo asocia con una salida.
Luego de haber puesto nuestras cosas en un lugar fuera de su alcance (por si acaso), dejo su cajón de juguetes en el medio de la sala, y esparzo algunos en el mueble y en el piso. Mi esposo sale a encender el carro y me deja sola con Rex. Agito su tarro blanco de tabletas y le enseño que estoy sacando una lentamente. Para esto ya me mira lamiéndose los labios.
Le doy el comando de subir al mueble y luego el comando de sentarse. Con su atención bien puesta en la tableta, le digo: Stay (quédate), y despacio dejo que acerque el hocico hasta que ya tiene la tableta entre los dientes.
Inmediatamente, salgo de la casa sin decir nada. No escucho más lloriqueos ni ladridos de lamento. Al volver me encuentro que, a veces ha estado jugando con los juguetes, y muy contento de que hayamos vuelto.En mi caso puntual, Rex no tiene antecedentes de vivir en un ambiente violento, o haber sido maltratado.
Fue difícil en un principio. Educar no sólo a Rex, sino también a mi esposo en cuanto a los métodos de enseñanza, premios y correctivos. Pero ese tema, lo tocaré en otro post. Espero que les sirva mi experiencia y cómo abordé la ansiedad por separación de Rex.
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Etiquetas: tratamiento de ansiedad en perros
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