
¿Qué es y cómo tratar la criptorquidia en perros?, o también conocida como testículos retenidos en perros puede ser más común de lo que parece. Los testículos normalmente descienden hacia el escroto cuando un animal es muy joven. Para los perros, se espera que el descenso a la posición escrotal final se complete cuando el cachorro tenga dos meses de edad.
Puede ocurrir más tarde en algunas razas, pero rara vez después de seis meses. Por ejemplo, en la raza Beagle, el testículo se encuentra en el anillo inguinal exterior al quinto día, entre el anillo inguinal y el escroto en el día 15, y en el escroto en el día 40. La criptorquidia es una condición caracterizada por un descenso incompleto o inexistente de los testículos.
Cuando no se produce el descenso de uno o ambos testículos, el testículo que no ha descendido se retiene en algún lugar de la parte inferior del cuerpo. Por ejemplo, a veces se retienen en el canal inguinal, un pasaje en la ingle que lleva el cordón espermático a los testículos. Si el testículo se encuentra en el canal inguinal, se puede palpar (palpar) durante un examen físico. Si el testículo está más profundo en el abdomen, será difícil palparlo o identificarlo con una radiografía. La ecografía es la mejor opción disponible para determinar el tamaño y la ubicación del testículo si está en el abdomen.
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Esta anormalidad puede ocurrir en casi todas las razas de perros, pero las razas miniatura tienen un riesgo significativamente mayor. En ciertas poblaciones, los pastores, los boxers y los bull terriers de Staffordshire también tienen una mayor incidencia de esta condición. El testículo derecho no desciende dos veces más seguido que el izquierdo. Se han informado rangos de 1,2 a 3,3 por ciento de los casos, con un aumento proporcional en las poblaciones de perros de raza pura. Se cree que se transmite genéticamente como un rasgo recesivo cromosómico limitado al sexo.
La Criptorquidia puede afectar a perros y gatos.
Síntomas y tipos
Esta condición rara vez se asocia con dolor o cualquier otro signo de enfermedad. Sin embargo, la aparición aguda de dolor abdominal generalmente indica que el cordón espermático de los testículos retenidos se ha torcido, cortando el suministro de sangre al testículo. Muchas veces, este testículo desarrollará tumores, que se sintetizan por el comportamiento femenino. Se cree que el riesgo de cáncer testicular es aproximadamente diez veces mayor en los perros afectados que en los perros normales.
Causas
Se desconoce qué hace que el testículo permanezca sin descender o descender de forma incompleta. Algunas de las razones que se han llegado a la conclusión han señalado un defecto genético. A la inversa, es posible que la afección no tenga un factor predisponente hereditario en absoluto, pero que aún pueda estar relacionado con un suceso que tuvo lugar en el entorno intrauterino durante la formación del feto en desarrollo (es decir, durante la preñez). Una condición adversa o factor ambiental puede llevar a una malformación congénita, tal vez afectando solo a uno en una camada. Esta no es una condición prevenible.
Diagnóstico
Para llegar a un diagnóstico, el médico veterinario usará la ecografía como la herramienta de diagnóstico más confiable para ubicar el testículo no descendido, junto con la palpación (contacto) de la ingle y el abdomen para ubicar el testículo.

Tratamiento
Generalmente se recomienda la castración de ambos testículos. Incluso si uno de los testículos ha descendido y el otro no, su veterinario probablemente le aconsejará que se lo extraigan. La colocación quirúrgica de un testículo no descendido en el escroto se considera no ética.
Ha habido alguna evidencia «anecdótica» de que las hormonas humanas, cuando se administran a perros de menos de cuatro meses de edad, motivarán el descenso de los testículos. El descenso después de los cuatro meses de edad es raro, y después de los seis meses, es poco probable. Si bien puede no haber síntomas externos o repercusiones obvias de la enfermedad, no se recomienda dejar el testículo no descendido en el cuerpo, ya que existe un riesgo de cáncer testicular con testículos retenidos. Además, un perro con esta condición debe ser castrado en el momento en que haya alcanzado los cuatro años de edad.
Cabe resaltar que para cualquier tratamiento y/o procedimiento debe ser realizado por un medico veterinario.
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Etiquetas: Testículos retenidos perros
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